Muy pocas
personas se detienen a tratar de comprender ¿por qué es que los demás actúan
como actúan? Sin embargo la oportunidad me ha sido dada a través de este curso,
en el que partiendo de las experiencias ético-morales de la antigüedad griega
hasta llegar a la realidad actual, se
hace un recorrido por los principales argumentos, conceptos, principios y
categorías que girando en torno a la ética, y la educación, en un sinnúmero de
formas para la interacción humana, brindan una posibilidad de comprensión al
interrogante planteado.
El ser humano ha
querido actuar libremente, a su antojo, según lo que dicta su voluntad; sin
embargo, dicho modelo de comportamiento,
le ha llevado a que en su búsqueda de placer, sensible o racional, termine
convirtiendo su libertad y la de sus cercanos en libertinaje y abuso. De modo
que ha sido necesaria que dicha “expresión de libertad”, sea regulada por los
afectados, por su comunidad, por su círculo social o por la nación a la que
pertenece. Entonces ha sido esta la oportunidad para que se haya creado
diversidad de propuestas de comportamiento o modelos ético-políticos para
regular la interacción humana, la comunicación y los procesos de socialización
en el individuo en sí mismo y de este con su comunidad.
En tal sentido, modelos
individualistas, que abogan por los valores autónomos y modelos comunitarios,
que organizan la sociedad bajo los principios de la heteronomía o la
dependencia, se han fijado como forma de
control social para el desarrollo y evolución de los sujetos, en los que se
garantice la permanencia de la comunidad humana sobre la faz de la tierra sin
que se dé el paso al abuso repentino y porque no hacia la destrucción del mismo
ser humano.
En dichos modelos
entonces han aparecido aspectos característicos que han permitido identificar
cuando una acción es ética, moral, política, educativa entre otras, dejando en
su recorrido una serie de aprendizajes para la convivencia que al ser juzgados por la humanidad o las distintas comunidades,
reciben el nombre de valores, principios, normas, derechos y o deberes, que con
el paso del tiempo y la idiosincrasia de cada cultura, se van
institucionalizando hasta convertirse en banderas ondeantes en lo alto del zenit,
para guiar o dirigir las acciones de las mayorías y de este modo evitar
posibles desmanes surgibles de en medio de la subjetividad, en la mayoría de
las veces, irracional y ajena al dominio de la voluntad.
La libertad, el
orden, la capacidad de dialogo, el liderazgo, la participación en las
decisiones de lo público, el trabajo, la utilidad, la bondad, la maldad, las
sanciones, el valor de la vida y otras prioridades como la igualdad, el
respeto, la justicia, la solidaridad y equidad, se han convertido en íconos
individuales y / o comunitarios en las que sujetos, comunidades y naciones se
han apropiado de tales categorías, para llevar a sanas formas de convivencia en
interacción social. Tal y como lo presentan los esquemas sociopolíticos de la
democracia griega, el modelo idealista de república, o el poder dominador y
esclavista establecido por los señores feudales y aprobado en la mayoría de los
casos por las comunidades dominantes como lo fue la iglesia de los siglos XIII
al XV.
Poderosos
esquemas de dominio social, que han sido aprobados por minorías con poder y
asumidos por mayorías necesitadas con condición de esclavos, tales como el
capitalismo, el que en una mezcla salvaje de libertades e intereses, han
servido para mostrar hacia donde ir como lo hacen las carreras de perros, en
las que un cebo es colgado a la nariz del galgo que corre tras él y sin la
conciencia de que por más que se esfuerce no lo podrá alcanzar, porque el
“sistema establecido por las clases de poder” no lo van a permitir. Son los modelos
que hoy día se mantienen sobre el escalón de lo económico, -lo único que los
sostiene-; porque desde el esquema de lo social está bien claro que ya hace
años que dejaron ver su fracaso.
En la misma
línea, se han visto modelos que pretendiendo los ideales de justicia, equidad e
igualdad, solo lograron establecer eso; simples ideales que se quedaron no más
que en tales, puesto que son contados los sujetos que están dispuestos a asumir
una carga que siendo tan pesada, nadie, hoy día, se atreve a levantar. Pues es
muy difícil en una sociedad tan liberalizada y con ideales de desarrollo tan
arraigados en el colectivo humano poder hacer una propuesta donde no salgan a
relucir los intereses individuales o distintos a una sociedad que parece ir
hacia donde indica el mencionado desarrollo…a propósito ¿alguien sabe cuál es
ese horizonte? Que unas veces parece comunitario, pero que en la mayoría de los
casos es individualista, al punto de convertirse en mezquino, egoísta y
utilitario a sabiendas que todos hacemos parte de una comunidad humana que
profesa unos acuerdos sociales mínimos para el bienestar de las mayorías, como
lo expresa Rousseau en su contrato social.
En este momento es evidente que todavía queda “mucha
tela por cortar”, sin embargo, es buen momento para concluir que la reflexión
suscitada, busca ser solo un abrebocas a la gran reflexión axiológica aún por
iniciar, cargada de valores, experiencias, análisis y sobre todo críticas
objetivas que cada uno de los asistentes a este curso, puede aportar y enriquecer
en medio de la dialéctica argumentativa y sintética de los buenos observadores
del entorno sociopolítico, pasado, presente y futuro que nos concierne, nos
afecta y nos proyecta.
*.* Muchas
gracias *.*